Ansiedad (Patología infantil): Caso Clínico
Caso clínico.
Juan es un niño de 9 años que acude a nuestra consulta por presentar, desde hace aproximadamente cuatro meses, dificultades en el sueño consistentes en interrupciones frecuentes del mismo acompañados de requerimientos a su madre para que acuda a su habitación, o bien acude el niño a la habitación de la madre donde le pide que le permita acostarse con ella porque tiene miedo a estar solo.
Antecedentes Familiares
Los antecedentes familiares revelan que es el hijo único de una pareja separada hace 14 meses, con abandono paterno del régimen de visita y cambio de provincia del mismo desde hace 8 meses. Desde ese entonces, Juan ha hablado por teléfono con su padre en cuatro o cinco ocasiones. Durante los últimos 10 meses la madre convive con una nueva pareja en el domicilio familiar, aunque en los últimos 5 meses la relación se ha deteriorado. Desde hace 3 meses, la nueva pareja ya no convive en el domicilio familiar.
La madre de Juan refiere estar pasando "un mal momento" desde la separación de la primera pareja, y en los últimos 10 meses se encuentra en tratamiento psiquiátrico por presentar un síndrome depresivo. En los antecedentes personales médicos, no existen hallazgos significativos.
Evaluación Clínica
La primera entrevista, encaminada a explorar todos los apartados psicológicos del menor, se determina que no existe dificultad para conciliar el sueño y que cuando Juan se despierta no presenta pesadillas. El despertar es sigiloso y se dirige a su madre con voz débil y temblorosa. En algunas ocasiones, la madre se ha despertado y lo ha visto de pie junto a su cama sin decir nada. No ha habido oposición a que el niño duerma en la cama de la madre cuando éste lo ha requerido y tampoco a acudir a su cuarto cuando la llamaba y le pedía que lo acompañase durante la noche en su cama.
En los últimos meses, el comportamiento general ha cambiado. "Juan no era así hace un año". En clase no presta atención a las explicaciones y es difícil conseguir que se concentre en los deberes. Su impulsividad ha aumentado, con peleas frecuentes con los compañeros de clase porque le cuesta esperar su turno. "Aunque siempre ha sido un niño con mucha energía, en los últimos meses no conoce la tranquilidad."
Observaciones Conductuales
Su madre refiere que en reposo mueve y balancea las extremidades y adopta posiciones inverosímiles en el sillón. En ocasiones, se levanta y se sienta varias veces sin un objetivo claro, incluso cuando está comiendo o viendo una película de su agrado. El rendimiento escolar se ha deteriorado aunque en la última evaluación no ha suspendido ninguna asignatura. Su tutora comenta que si sigue así no tardará en empezar a suspender.
En relación al estado de ánimo, la madre comenta que es un niño alegre aunque últimamente está más irritable y ya no la ayuda en las tareas domésticas. La observación y la conversación con Juan no revelan hallazgos significativos más allá de los comentados por su madre.
COMENTARIOS Y DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
El presente caso expone una causa frecuente de consulta psiquiátrica: los problemas en el sueño. Los datos que aporta la madre en la entrevista pueden plantear el diagnóstico diferencial con varios cuadros.
En primer lugar, con el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Sin embargo, en el TDAH los síntomas están presentes desde los primeros años de vida, y no aparecen de manera brusca.
En segundo lugar, con los trastornos depresivos infantiles. Por eso, siempre es importante explorar el estado de ánimo a través de la observación, la conversación con el niño y valorar los exámenes complementarios como los equivalentes depresivos que puedan existir en el dibujo.
Hay que mencionar que en los trastornos ansiosos suele coexistir cierta sintomatología depresiva. En este caso, las alteraciones de la conducta pueden estar relacionadas con la esfera del ánimo. Por último, con los trastornos específicos del sueño, pero se descartan ante el cortejo sintomatológico que existe en las otras áreas psicológicas.
DIAGNÓSTICO
Trastorno de ansiedad de separación.
TRATAMIENTO Y EVOLUCIÓN
El tratamiento farmacológico inicial se realiza con un inhibidor selectivo de la serotonina (ISRS), en dosis única matutina y con una benzodiazepina una o dos horas antes de acostarse. El tratamiento con el ISRS se mantiene durante 10 meses. El tratamiento con la benzodiazepina se mantiene durante catorce días.
Conjuntamente, se realiza un tratamiento psicológico cognitivo y conductual con el paciente, su familia y el colegio. La evolución de Juan fue satisfactoria con mejoría notable desde la segunda semana. Actualmente, se encuentra asintomático.